“Mil años tardó en morirse, pero por fin la palmó”
(Joaquín Sabina)
(Joaquín Sabina)
La Columna de Ignatius J. Reilly declara su adhesión por los festejos organizados en el marco de las exequias del señor Bernardo Neustadt.

Hasta ayer, defendía sus célebres ideales ultraconservadores (con los que hubiera espantado al propio Burke) desde espacios mucho más modestos, como las editoriales de Ámbito Financiero -¿dónde sino?-, y la pantalla bizarra de Política y Economía.
En su blogspot, en el que compartía su senilidad con un puñado de fieles seguidores, el hoy-cadáver-Bernardo firmaba en las vísperas del Día del Periodista un artículo titulado “A mis amigas y amigos”. Allí contaba, por ejemplo, que hace pocos días en Coronel Vidal unos chacareros detuvieron su auto importado para entregarle un pequeño comunicado, y que “cuando me reconocieron nació un gran amor recíproco entre nosotros”.
En ese sitio (que todavía permanece en línea, y que Claudia Cordero Biedma no parece tener pensado actualizar por el momento), puede leerse su última enseñanza:
“Les recomiendo hablar con sus hijos de este momento que vive el país. Hasta el lunes.”
Obedezcamos la voluntad final de Bernardo y charlemos con nuestros vástagos de esta difícil coyuntura. Cada uno saldará cuentas con su conciencia si cumple o no con el pedido.
Por suerte, para Neustadt no habrá lunes.
Los chacareros de Coronel Vidal se han quedado viudos…
“¿Lo dejamos ahí?”
1 comentario:
Nos vamos poniendo viejos, o tecnos, mi querido corazón....sólo nos queda el goce de estar tristes.
El fantasma de Jr me atosiga, algo huele mal en Dinamarca. No me ayuda Sócrates, cuyos libros macheteó Zulemita (que es putita, pobrecita)ni los Yoma, que se curten en su curtiembre.
A la estratósfera pues, y cuanto antes, requiescat in pace mi fiel Bernardo. Hoy somos todos periodistas y somos del campo y somos lo que somos (aguante Grondona!)
Publicar un comentario