miércoles, 20 de agosto de 2008

Los personajes del año (*)

(*) Por Abigail Sánchez y Sánchez


Acá están, estos son.
Recién llegaditos de Beijing, y en una producción fotográfica especial a la altura de lo que solo La Columna de Ignatius y Revista Gente pueden ofrecer, lo más selecto de los fracasados argentinos que vienen de mostrar la hilacha en la China milenaria.

1. El Gran David Nalbandián: El líder nato.
Presencia indiscutida de toda nómina de fracasados, el tenista de Unquillo celebra su eliminación con el dedo en alto y la satisfacción por el deber cumplido. David fue vapuleado en la carrera a las medallas del deporte blanco por un negro de los suburbios parisinos que quedó eliminado en el juego siguiente. Le habrá arruinado el fin de semana a alguien que yo conozco.

2. Germán Chiaraviglio: El crédito local.
Germán espero cuatro años esta oportunidad y aprovechó al máximo los veinticinco minutos que duró su participación en los Juegos. Con tres intentos fallidos se retiró sin lograr ningún salto positivo del Nido Olímpico, pero aprovechó la ocasión para cenar con Maradona y aparecer en cuanta nota televisiva se haya hecho en la Villa .

3. Alejandra García: La tercera es la vencida.
Después de no superar el corte clasificatorio en Sydney 2000 y Atenas 2004, los Juegos de Beijing le sirvieron a Alejandra para confirmar todos los pronósticos: el atletismo no es lo suyo. No obstante, el futuro se le presenta lleno de desafíos: criar a sus hijos y atender un local de ropa en su Banfield natal.

4. Georgina Bardach: La sorpresa.
La cordobesa se ganó con esfuerzo y dedicación un lugar de privilegio en esta nómina de notables. Después de revolucionar la natación argentina consiguiendo el bronce en Atenas, Bardach finalizó 34º sobre 36 participantes en China, y obligó a que los guardavidas del Cubo de Agua le arrojen un salvavidas en los metros finales.

5. José Meolans: Una fija.
Por cuarta vez, el gigante cordobés volvió a decepcionar en un JJOO. No alcanzaron los hectolitros de Magma de los Andes que el nadador del Taborín consumió en los meses previos. “La pileta no estaba rápida, y eso no favoreció mi tarea” declaró al finalizar la prueba, ante la mirada aprobatoria del americano Michael Phelps.

6. Magdalena Aicega: Las cebollitas.
Por tercera vez, las Leonas esconden las garras en el momento de la definición. Después de sortear con dificultades el grupo clasificatorio, el elenco capitaneado por Aicega fue vapuleado por Holanda en semifinales, y volvió a decepcionar a las miles de adolescentes que las idolatran.

7. Juan Cerra: Martillero Público Nacional.
El santafesino se encargó de dejar bien claro en los meses previos que llegaba a Beijing sin ninguna expectativa deportiva. Después de haberse allanado el camino, Juan disfrutó al máximo de cada minuto en los Juegos. Tanto paseó por la Villa Olímpica, que llegó tarde a competir. Por fortuna, tres lanzamientos fueron suficientes y no tuvo que seguir esforzándose.

8. Mariano Baracetti: Como primate en la arena.
En compañía de Martín Conde, el Monito Baracetti perdió en su debut con una ignota pareja suiza amante de los chocolates y firmó su destino olímpico. Antes de ser humillados en su despedida por el dúo yanqui, Mariano recibió el trofeo al mayor castillo construido, otorgado por la Asociación China de Arquitectura en la Arena (AChAA)

9. Song Liu: Ícono de las masas. El chino nacionalizado argentino Song Liu (¿o Liu Song?) participó por cuarta vez en la gesta olímpica, en este caso en su país de origen. Favorecido por su pronta eliminación en sets corridos, el oriental aprovechó para visitar familiares que no veía desde que su padre se radicó en el barrio porteño de Flores para montar un supermercado.

Investigación Periodista: Eduardo González Riaño.

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